Pues bien
después de esperar mil millones de horas en el aeropuerto de Bogotá salió nuestro vuelo al destino final: Sao Paulo
He de confesar que esperaba mucho más (llevaba mi mankini y mi canasto de frutas para la cabeza- digo algo para mezclarme con la multitud de alla) pero desafortunadamente la ciudad es una ciudad cosmopolita (siempre quise usar esa palabra, cosmopolita) con muchos autos y gente de rápido andar y poco hablar, aunque no deja de tener su sabor latino.
Llegamos al aeropuerto de Guarulos a media noche, pasar aduana y toda ese jaleo nos llevó algo de tiempo, cuando salimos nos quedamos con cara de "y ora pa dónde jalamos?" así que rápido y eficiente como soy le dije al colega "investígate que hacemos en lo que me fumo un cigarro" y así delegue funciones sabia y salomónicamente.
total que tomamos un taxi, e inició nuestro acercamiento a la chancla nativa "el portugués" el cual, poniéndole atención y no distrayéndose por la interlocutora (si es interlocutor uno no se distrae) es relativamente sencillo de comprender, llegando incluso a, después de algunos alcoholes, comunicarnos entre todos en "portuñol"
Llegamos al hotel, hicimos check in y una vez llegado a mi habitación flap! en 3 segundos máximo me encontraba ya soñando con la emocionante aventura que me aguardaría en unas horas.
Adivinen quién se quedó dormido en la mañana, ¿no adivinan? vamos hagan un esfuerzo.... pues yoooo; me despertó un sonidito de teléfono chillador y cuando levanté la bocina fue algo asi de "oye, no que nos ibamos a ver para desayunar?, ya es bien tarde, te veo en 5 minutos para irnos a la oficina" imagínense tener esa conversación (que más bien fue monólogo) a las 7:30 am después de haber llegado a la 1:30am :S harto difícil.
Total que me apuré y en 5 minutos estaba vestido, bañado y de pie en el lobby, (sin contar que dormido y con la mitad de mis capacidades mentales aún haciendo escala en Bogotá) tomamos taxi para llevarnos a la oficina y por primera vez agradecí el tráfico de una ciudad ya que me dió para 40 minutos más de sueño.
Después lo normal, citas, reuniones y madres así, regresamos al hotel para salir un poco por la ciudad, fuimos a comer a una pizzería bastante buena y recomendable (si algún día llego a recordar como se llamaba) y regresamos al hotel.
La segunda noche nos fuimos a recorrer la ciudad un poco, terminamos en un bar llamado 9 en el cual había chou, (una vieja se encueró e hizo como que se bañaba) lo contaría más entusiasmado pero mi visión estaba nublada por las caipirinhas que, debo confesar, son bastante más fuertes de lo que recordaba (ademas ni estaba tan buena la vieja)
Lo bueno vino el tercer día, después de trabajar arduamente toda la mañana fuimos a comer a un restaurante donde te cobran por lo que pesa la comida (así es, mientras mas pesa mas pagas) lo cual ni es bueno ni malo, sólo se me hizo chistoso (que quieren uno que no sale de los tacos cualquier cosa es interesante)
Finalmente la noche, viernes en la noche "¿que hacer?" pues vamos a la calle de Augusta donde, según se nos había contado, estaba la vida nocturna de Sao Paulo.
En resumen puedo decir (porque es lo único que puedo decir) que es como si en una calle mezclaran (todas las siguientes referencias son de Chilangolandia) la Zona Rosa + Coyoacán + Insurgentes + Condechi + vagabundos. Es decir, así como te podías encontrar a los nacos reguetoneros con las nacas reguetoneras en su vocho tuneado escuchando regueton (en portugués) podías encontrarte con la pareja gay y al lado el chavo cool (con suéter en los hombros y así) con su novia a punto de entrar al antro fresa. Todo junto en un conveniente empaque (una calle)
Fuimos de marcha, visitando diferentes antrines, unos mas catrines que otros, y pues... es lo que recuerdo :S
fin de la parte 1
JM