viernes, 7 de junio de 2013

¡Vegas baby!



Vegas Baby!

Y que me largo a las vegas

Se que no he escrito en un buen rato, pero no se me aparecía la musa (creo que anda con los 11 de la zona Rosa) pero este viaje tenía que relatarlo.


Todo sucedió bajo el influjo de unos tragos (porque ninguna buena historia comienza con “estaba comiendo una ensalada y luego…) y así se organizó un mega tour con los compañeros de la escuela (como 50) que nos largamos; yo al principio estaba renuente pero ante tanta insistencia y tan poca resistencia (además del apoyo de mi chaparrita para conseguirnos los boletos que después siempre no fueron y después siempre si y al final no) se programó el viaje
La mayoría viajó desde el miércoles, el pequeño escuadrón con el que viajé (éramos 3) los alcanzaríamos allá el viernes para estar el fin de semana y alcanzarlos en su briaguez, y vaya que lo hicimos.
Al principio los hados nos fueron hostiles, ya que por alguna extraña razón los boletos estaban a nuestro nombre y estaba todo bien pero no estaba la reserva (¬¬) así que por un pelín nos andábamos quedando vestidos y alborotados, total todo se arregló y entonces si, Vegas allá vamos




La verdad era la primera vez que iba a los Iunaited Estates así que fue el estreno de mi visa, por lo cual podrán imaginar que estaba emocionado y un poquitín nervioso, pase con el oficial de inmigración, me vio, la vi, me vio, la vi y quiensabe que tanto le vio a mi pasaporte y a la visa y de pronto ¡zas! Foquito verde, “pásele” (desafortunadamente a otro compa le toco foquito rojo y aunque no lo pasaron al “cuartito” si perdimos ahí un ratito).

Salimos del aeropuerto, mucho calor y mucha gente, tomamos un taxi, cuando llegamos al hotel me di cuenta de a que nos estábamos enfrentando, gente por todos lados, un hotel gigantesco, autos (moda y rocanrol)



 Un Rolls Royce nomás pa apantallar
La habitación era fenomenal, con una excelente vista al Bellagio y pues solo dejamos cosas, nos chaineamos y a darle átomos




(no tiene nada que ver con las Vegas pero me gusta mucho la expresión)

Bajamos al casino y en un bar nos encontramos con otros compañeros de la escuela, empezamos echando unos tragos coquetos y sin darme cuenta (bueno si me di cuenta porque ahí empezó la sangría de mis dólares) estábamos en las mesas de juego apostando la PTU. Los alcoholes entraban y los dólares salían, así que hicimos lo que toda persona en su sano juicio hubiera hecho: rentamos una limosina para seguir el desmadre.
Nos subimos, empezamos a dar vueltas y en punto alcohólico le pedimos al chofer nos llevara a un oxxo por unos botes (afortunadamente alguien le tradujo al chofer y nos llevó a un Walgreens a comprar pomos) y pues ya estando en Vegas y en una limosina ni modo de no tomar champaña (champú pa los cuates); viviendo el estilo Vegas a todo, así nos amaneció.


Y como aun teníamos pila nos subimos todos a nuestra habitación a rematar los pomos que aun teníamos.

Dormimos como 2 hrs (si ya se, que desperdicio)  y bajamos a desayunar, algo que me quedo claro es que a los gringos les gustan las cosas en grande, había tanto para tragar y los estómagos tan jodidos por el alcohol que daba pena no poder atascarse (además no tenían chilaquiles o una barbacoa pa la cruz). Terminando de desayunar nos salimos a caminar a sudar como cochinos y a conocer un poco el pueblito. Justo enfrente teníamos esto

Así que decidimos que ahí comeríamos (mas al rato).

Caminamos hasta el MGM, entramos, jugamos un rato, paseamos por su mall (pinche hotel tiene un Plaza Satélite dentro) y me encontré que (seguro en una borrachera) ya hasta puse un restaurante ahí.

Como no quería hacer valer mis influencias seguimos caminando, esa noche era la pelea en la UFC de un mexicano y como a la raza hay que apoyarla pues compramos los boletos, después el hambre hizo de las suyas y regresamos por una hamburguesita.

Pinches hamburguesas estaban rebuenas (y más buenas te saben tras esperar 1 hr mesa), y ya con chabela comida y recargadas las energías nos fuimos a la UFC (que es básicamente las luchas como aquí pero con mas chou).

Las peleas bien aunque a veces medio aburridas, nos sentamos en “gallinero izquierdo” y nos encontramos con otros mexicanos así que ya estando entre raza el desmadre se hace mejorcito, un compa (en extremo grado alcohólico) estaba haciéndose cuate de un gringo súper fan de las luchas y con estadísticas de cada luchador y shalala, bastante intenso el bato.

Terminando la pelea (ganó el mexicano) nos regresamos al hotel a bañarnos y perjumarnos porque esa noche era LA noche del antro, el evento donde todos los de la maestría iríamos a sacarle brillo a la pista y echar desmadre.


O eso pensaba yo, la verdad era un antro y como éramos una raza grande y habíamos reservado hicimos un apartado y teníamos nuestra zona VIP con cadenero y todo el rollo, bastante cool el asunto.
Total que (de nuevo) nos la amanecimos, primero en el antro y cuando se acabó el chupe ahí nos regresamos de nuevo a la habitación a matar lo que había quedado de pomo.
Volvimos a dormir otro ratito y pues ya era domingo L desayunamos y fuimos a comprar regalos, a hacer maletas y hacer el check out.
El avión venia retacado de compañeros de la escuela (seguro cuando aterrizamos y se despresurizo el avión salió una densa nube con olor a alcohol).
Noche, lluvia y tráfico para llegar a casa (hasta dos semanas después pude comerme unos taquitos para sentirme como que ya estaba en México)

JM